¿Leen mal los escolares?
La educación en nuestro país sale mal parada en el ranking mundial sobre educación. Aunque sería discutible el modo de obtener los resultados (una encuesta aleatoria)los sectores educativos se sienten (nos sentimos) aludidos, pues a nadie le gusta estar en los puestos más bajos de una clasificación.
También las autoridades educativas se han sentido tocadas y tratan de curarse en salud enviando decretos a los centros, para que la pelota pase a otro tejado y con el menor coste económico (y político) posible.
En nuestro centro hemos afrontado el tema un grupo de profesores (pronto lo hará todo el claustro) y en este intercambio de impresiones se ha destacado el tema de la baja calidad en la lectura y la circular que ha enviado a los Centros la Consejería de Educación y Cultura de la Junta de Castilla y León.
Estamos todos de acuerdo en que es muy importante la calidad en la lectura (con mala lectura es mala la comprensión).Estamos de acuerdo en que, a pesar de ser prioritaria en la escuela, aún podemos hacer más. Creemos que los educadores podemos trabajar de otros modos la lectura, dedicarle más atención, poner más estrategias...
En nuestras discusiones también entran otros actores:
los padres prestando más atención a sus hijos, colaborando activamente con la escuela, completando la labor de los maestros y maestras.
La(s) administración(es) educativa(s)puede hacer algo más que enviar algún cromo, publicar circulares o notas de prensa. También puede analizar bien el problema, ver hasta que punto y de qué modo esa encuesta refleja la realidad, estudiar los factores que influyen en esos resultados y poner en marcha mecanismos y recursos para alcanzar los objetivos.
Los enseñantes no queremos echar balones fuera, sabemos la responsabilidad que tenemos, conocemos mejor que nadie el tema, pero creemos que la solución es compleja, como son complejos los mecanismos que intervienen en la motivación que tiene cada persona para realizar aquello que se espera de ella.
También las autoridades educativas se han sentido tocadas y tratan de curarse en salud enviando decretos a los centros, para que la pelota pase a otro tejado y con el menor coste económico (y político) posible.
En nuestro centro hemos afrontado el tema un grupo de profesores (pronto lo hará todo el claustro) y en este intercambio de impresiones se ha destacado el tema de la baja calidad en la lectura y la circular que ha enviado a los Centros la Consejería de Educación y Cultura de la Junta de Castilla y León.
Estamos todos de acuerdo en que es muy importante la calidad en la lectura (con mala lectura es mala la comprensión).Estamos de acuerdo en que, a pesar de ser prioritaria en la escuela, aún podemos hacer más. Creemos que los educadores podemos trabajar de otros modos la lectura, dedicarle más atención, poner más estrategias...
En nuestras discusiones también entran otros actores:
los padres prestando más atención a sus hijos, colaborando activamente con la escuela, completando la labor de los maestros y maestras.
La(s) administración(es) educativa(s)puede hacer algo más que enviar algún cromo, publicar circulares o notas de prensa. También puede analizar bien el problema, ver hasta que punto y de qué modo esa encuesta refleja la realidad, estudiar los factores que influyen en esos resultados y poner en marcha mecanismos y recursos para alcanzar los objetivos.
Los enseñantes no queremos echar balones fuera, sabemos la responsabilidad que tenemos, conocemos mejor que nadie el tema, pero creemos que la solución es compleja, como son complejos los mecanismos que intervienen en la motivación que tiene cada persona para realizar aquello que se espera de ella.
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